Barrera de tunas/Barrier of Prickly Pears



Boundary of Prickly Pears

Coahuila Border, as seen from the river. In Mexico, the river is known as El Bravo; in the US, it becomes Rio Grande. The riverbed remains dry most of the year. It flows from the mountainous regions of Colorado, southwards until it reaches the Gulf of Mexico, at the limits of Brownsville and Matamoros. If we traced a straight line from Matamoros to an equivalent point on latitude 30, in the West Coast of Mexico, we could hardly call Tamaulipas a northern state. Coahuila's border towns of Piedras Negras and Ciudad Acuña interact with the Texan cities of Eagle Pass and Del Rio, only a few miles from San Antonio or Houston. That is how the border looks today. In the summer, during hurricane season, the current rises and the river becomes dangerous. The unpredictable rapids and currents add to the otherwise constant dangers posed by the encounters between crossers and the border patrol. On each side of the river Spanish is spoken, inevitably. Each border city is in and of itself a little Mexico, not only due to its history, but also for its present day. Del Río, Río Grande, Hidalgo, Roma, Progreso, Laredo. To look at the river sparks an interest. Here, the shot centered on these Prickly Pears. How could their emblematic presence, their thousand meanings, their moving nature be avoided?

One Battle, Two Treaties, One Traitor                  

The battle of San Jacinto, Texas, and the treaties of Velasco (1836) are the most remembered of all events surrounding Antonio Lopez de Santa Anna. Not that many people would be able to name those events, but everyone links to his name the way Santa Anna was held by the US/Texan troops; and then forced to sign two treaties, one public and one secret. Those two key defeats were crucial in defining the border all the way to the Rio Grande, on Port Isabel, and not the Nueces River, north of Corpus Christi. Adding such a big chunk of land opened the door for new claims, alongside the 30th Latitude. From there, people concluded Santa Anna had exchanged his freedom for half of the Mexican Territory.

The 100 million dollar war

In April of 1846 the conflict worsened. Most people pinpoint the war to 1847, since that was the ominous year at which the bloodiest battles took place - Cerro Gordo (April 18) Contreras y Churubusco (August 20), Molino del Rey (September 8) and Chapultepec (September 13)- immediately after the US troops disembarked in Veracruz, on March 9th of 1847. The US had 12 thousand men. On the 10th of September, in San Angel, Mexico City, the US made prisoners of the members of the Battalion known as Saint Patrick. These were soldiers who turned against the US and were captured in Mexico. 48 were hanged, some in the Plaza of San Jacinto, and some in the plaza de Mixcoac. Today we can see a marble plaque in their memory at the very site were they were brutally tortured, and executed, while the US flag was raised. Those Irish soldiers represent a tragic chapter in that war. Discriminated against in the US for their religion and national origin, they joined the Mexican army. The plaque says: “En memoria de los soldados irlandeses del heroico batallón de San Patricio, mártires que dieron su vida por la causa de México durante la injusta invasión norteamericana de 1847.” (In memory of the Irish soldiers of the heroic Battalion of Saint Patrick, who gave their life for the Mexican cause, during the unjust North American invasion of 1847.) The battle held on September 13th was mostly against the cadets residing in the castle of Chapultepec, the home of Mexico’s military academy. Juan de la Barrera was 20 years old, and the oldest on site. Francisco Marquez, the youngest, was 13.

The war caused more than 13 thousand deaths to the US troops, but many died of illness –diarrhea, dysentery and typhoid.

Treaty of Guadalupe Hidalgo Article V

"The boundary line between the two republics shall commence in the Gulf of Mexico, three leagues from land, opposite the mouth of the Rio Grande, otherwise called Rio Bravo del Norte, or opposite the mouth of its deepest branch, if it should have more than one branch emptying directly into the sea; from thence up the middle of that river, following the deepest channel, where it has more than one, to the point where it strikes the southern boundary of New Mexico; thence, westwardly, along the whole southern boundary of New Mexico (which runs north of the town called Paso) to its western termination; thence, northward, along the western line of New Mexico, until it intersects the first branch of the River Gila; (or if it should not intersect any branch of that river, then to the point on the said line nearest to such branch, and thence in the direct line to the same;) thence down the middle of the said branch and of the said river, until it empties into the Rio Colorado; thence across the Rio Colorado, following the division line between the Upper and Lower California, to the Pacific Ocean."

"[…] And, in order to preclude all difficulty in tracing upon the ground the limit separating Upper from Lower California, it is agreed that the said limit shall consist of a straight line drawn from the middle of the Rio Gila, where it unites with the Colorado, to a point on the coast of the Pacific Ocean distant one marine league due south of the southernmost point of the port of San Diego […]"


En una zona de la frontera con Coahuila, el río. En México, se le llama El Bravo; en EEUU, es Río Grande. El cauce pasa la mayor parte del año seco. Corre desde los lindes occidentales de la región montañosa de Colorado, en dirección sur, hacia el golfo de México, sobre la zona limítrofe de los estados de Tamaulipas y Texas, en las ciudades de Brownsville y Matamoros.  Si trazáramos una línea recta desde Matamoros hasta su punto equivalente en la latitud 30, sobre la costa oeste de México, difícilmente podríamos llamar a Tamaulipas estado norteño (Las ciudades de Houston y Hermosillo están pasaditas de la latitud 29 hacia el norte. Coahuila también está en la pendiente sur del río. Eagle Pass y Del Río bordean al norte y, del lado mexicano, Piedras Negras y Ciudad Acuña, a poquísimas millas/kilómetros de San Antonio o de Houston. Esa es hoy la frontera este del país. En verano, cuando se desatan los huracanes y sube la corriente, el río se vuelve peligroso. Hay rápidos y corrientes engañosas pero, sobre todo, la patrulla fronteriza. De uno y otro lado del río se habla español,  algunos apurarían que irremediablemente. Cada una de las ciudades fronterizas, por sí sola, es un pequeño México, no solo por su historia, sino por su presente. Del Río, Río Grande, Hidalgo, Roma, Progreso, Laredo. Mirar el río siempre despierta interés. Aquí la puesta en cámara se centró en estas tunas reales. ¿Cómo evitar su presencia emblemática, sus miles de significados, su carga emotiva?

Una batalla, dos tratados, un traidor

La batalla de San Jacinto, Texas, y los tratados de Velasco (1836) figuran entre los eventos  más recordados en torno a Antonio López de Santa Anna. No así. Muy pocos son capaces de nombrar los dichos acontecimientos. Lo que sí se repite es que Santa Anna, secuestrado por las tropas tejanas/estadounidenses, firmó dos tratados, uno público y uno secreto. Esas dos claras derrotas acabarían por extender la frontera tejana hasta el Rio Grande (Río Bravo) y no en el Río Nueces, lo que habría fijado la frontera marítima al norte de Corpus Christi y no en Puerto Isabel. Además, se dejaba sembrada la semilla de mayores reclamos sobre la latitud 30. Y es a partir de esos hechos que la gente concluye que Santa Anna cambió su libertad por la mitad del territorio mexicano.

La guerra de los cien millones de dólares

En abril de 1846 el conflicto arreció. Decimos que la guerra fue en 1847 porque en ese año ominoso se libraron las más sangrientas batallas -Cerro Gordo (abril 18) Contreras y Churubusco (agosto 20), Molino del Rey (septiembre 8) y Chapultepec (septiembre 13)- luego del desembarco de Estados Unidos, por Veracruz, el 9 de marzo de 1847, con un ejército de 12 mil hombres. El 10 de septiembre fueron ahorcados en la plaza de San Jacinto, en San Ángel y en la Plaza de Mixcoac, al tiempo en que se levantaba la bandera estadounidense en Chapultepec, los miembros del Batallón de San Patricio capturados en México. Todavía hoy puede verse la placa conmemorativa de su sacrificio. Aquellos soldados representan un capítulo negro en la guerra de México con EEUU. Discriminados por sus compatriotas, por su religión y origen étnico, se sumaron al lado mexicano. La placa conmemorativa dice “En memoria de los soldados irlandeses del heroico batallón de San Patricio, mártires que dieron su vida por la causa de México durante la injusta invasión norteamericana de 1847.” El trece de septiembre, en Chapultepec, eran los cadetes que residían en el castillo, sede del colegio militar, quienes defendieron a la patria mexicana. Juan de la Barrera, el mayor, tenía 20 años y Francisco Márquez, el menor, tenía 13.

La guerra causó más de trece mil bajas a los Estados Unidos, aunque la mayoría murieron de enfermedad –diarrea, disentería y tifoidea.

Tratado de Guadalupe Hidalgo Articulo V

La línea divisoria entre las dos Repúblicas comenzará en el golfo de México, tres leguas fuera de tierra frente a la desembocadura del río Grande, llamado por otro nombre río Bravo del Norte, o del más profundo de sus brazos, si en la desembocadura tuviere varios brazos: correrá por mitad de dicho río, siguiendo el canal más profundo donde tenga más de un canal, hasta el punto en que dicho río corta el lindero meridional de Nuevo México: continuará luego hacia Occidente, por todo este lindero meridional (que corre al norte del pueblo llamado Paso) hasta su término por el lado de Occidente: desde allí subirá la línea divisoria hacia el Norte, por el lindero occidental de Nuevo México, hasta donde este lindero esté cortado por el primer brazo del río Gila (y si eso no está cortado por ningún brazo del río Gila, entonces hasta el punto del mismo lindero occidental más cercano al tal brazo, y de allí en una línea recta al mismo brazo); continuará después por mitad de este brazo y del río Gila hasta su confluencia con el río Colorado; y desde la confluencia de ambos ríos la línea divisoria, cortando el Colorado, seguirá el límite que separa la Alta de la Baja California hasta el mar Pacífico.

[…] Y para evitar toda dificultad al  trazar sobre la tierra el límite que separa la Alta de la Baja California, queda convenido que dicho límite consistirá en una línea recta, tirada desde la mitad del río Gila en el punto donde se une con el Colorado, hasta un punto en la costa del mar Pacífico, distante una legua marina al Sur del punto más meridional del puerto de San Diego […]


Photo and text © María Dolores Bolívar